En 1997, Wenco desarrolló su primer modelo de bin plástico, el G1. Si bien cumplía con las dimensiones exteriores estándares de este tipo de contenedores, el G1 se diseñó con 8 % más de volumen interior. Esta innovación significó un ahorro logístico importante para campos y negocios que trabajan a gran escala.
El bin se manufactura de una sola pieza de plástico, mediante tecnología de inyección. Dado su gran tamaño, exige moldes que pueden pesar 80 toneladas y máquinas que puedan ejercer hasta 6 mil toneladas de fuerza de cierre. En un proceso de innovación continua, entre los años 1997 y 2020, Wenco Bins ha logrado bajar el tiempo de producción de cada bin en 42 % y ha reducido el uso de materia prima en 15 %.
El modelo G2, al mismo tiempo, gracias cambios en su diseño estructural y mejoras en la materia prima, aumentó su durabilidad, su resistencia al trato hostil y su resistencia a la comprensión, ésta última en al menos 10 %, lo que significa que hoy se pueden apilar hasta doce Wenco Bins en forma vertical en lugar de solo once.
Estas mejoras se han logrado gracias al trabajo en innovación y desarrollo liderado por el departamento de ingeniería de Empresas Wenco, que para el año 2020 ya acumulaba cuatro patentes en los distintos bins. Este proceso ha permitido reducir la cantidad de materia prima utilizada para fabricar cada bin, la energía ocupada en su transporte y, por tanto, la huella de carbono total producida por su uso.
